Este sábado volvió a celebrarse un evento que para mi ya se ha convertido en toda una tradición para dar el pistoletazo de salida al verano: la cena en blanco, un evento del que ya os hablé el año pasado.
Esta vez, el emplazamiento elegido {anunciado solo unos minutos ante} fue el entorno del Auditorio de Zaragoza, un espacioso lugar con vistas a este bonito edificio en el que se distribuyeron las mesas en torno a su fuente. ¡Y vaya juego dio! Tanto que hasta unos atrevidos montaron una pequeña mesita ¡dentro de ella! Si, si…con su mantel, sus copas, sus velas, las sillas y todo.
Yo esta vez acudí en petit comité aunque luego allí vi muchísimas caras conocidas. Y es que las cifras apuntan a que esta vez nos reunimos ¡¡¡alrededor de 900 personas!!! Y lo curioso es que hasta ahora, en cada una de las cinco ediciones a las que he acudido, siempre ha habido algún principiante en la mesa ¡y es que cada vez son más y más los amigos a los que les pica la curiosidad!
Sushi, carpaccio, ensalada, ensaimada salada, tabla de quesos, mucho vino, trenza de chocolate y unos cupcakes buenísimos hechos por Con un poco de azúcar. ¡Para chuparse los dedos!
Y vosotros, ¿ya habéis podido disfrutar de alguna cena en blanco en Zaragoza?
«Las mejores cosas de la vida están destinadas a ser compartidas»
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Cu-cu jijiji
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tas tas! jiji
Me quedo con los cupcakes y tu corona de flores♥♥♥